jueves, 28 de marzo de 2013

Gratulerer med dagen, Albert!

No se como te lo montas, señorito, pero tus cumpleaños siempre caen en un viaje :D Solo que esta vez, desgraciadamente, no estamos por allí para tirarte de las orejas veintidós veces :( aunque eso sí, me han chivado unos pajarracos que estás bien acompañado por esas tierras tan infinitamente bonitas. ¡¡Así me gusta!! Haciendo que la family se enamore también de Noruega.

¿Qué decirte? Pues que se me hace raro, muy raro y extraño no poder felicitarte en persona. No poderte dar un abrazo y un fuerte beso para después gritarte un "¡Te estás haciendo viejo!". Los dos patos han llegado a ti pese a las temperaturas que debe de hacer por el norte de Noruega. Así que no te libras, te haces viejo pese a las temperaturas.

Quitando eso, me alegro que te lo estés pasando en grande, que no pares, que no desaproveches una para disrutar al máximo de esa magnífica experiencia. Y decirte, que aunque no nos vayamos a ver dentro de poquito, estaré ahí, pero no de cuerpo presente -que yuyu da eso, ¿no? a lo poltergeist todo :S-.

Se que he tardado un pelín bastante en felicitarte, pero oye, que se me ha hecho difícil esto de entrar al blog porque no me dejaba abrir nueva publicación. Aunque espero que parte del día que ha pasado lo hayas disfrutado mucho y lo que te queda lo disfrutes aún más.

Un besito inmenso y un abrazo de esos de oso tan grandes que espachurran mucho :)

Felices 22 años, Albert 

Y se que suele ser un topicazo para ti, pero oye, es que cada vez que la escucho, pues eso, que me acuerdo de ti :3




domingo, 17 de febrero de 2013

Grattis på födelsedagen, Alejandro!

Cumpleaños feliiiiiz, cumpleaños feliiiiiz, no te libras de miiiiii ♪♫♪♫

Ay, jopé Alejandrito, que se te echa de menos, y más hoy, en tu día, en tus dos patos... ¡¿Cómo demonios quieres que no me ponga moñas teniéndote que felicitar a kilómetros de distancia y con una diferencia en cuanto a temperatura la mar de abrumadora?!

Pues eso, que me sabe mal no poder estar ahí para darte un buen abrazo, y creo que hablo por todos -Elena, Judith, Oriol, Víctor, e incluso el desaparecido del noruego :D- que un cumpleaños sin ti es como un cumpleaños sin cumpleañero -aunque en este caso se nos cumple :( -. Por estas fechas ya estarías negrito zumbón aunque no hiciese un solarro increíble fuera, porque claro, tu eres el niño del sol. El nene que estudia en la tumbona mientras le llueven rayo de sol. Se perfectamente que ahora mismo, aunque seguro que te lo estás pasando genial -pondría la mano en el fuego y se que no me quemaría-, y que te gusta todo ese ambiente nevado, echas de menos el solecito que tenemos por aquí, así que la canción dedicada para ti, tiene algo que ver -en un principio era Alejandro, de Lady Gaga, pero creó que queda demasiado visto ya :D-.

Y si, esta entrada es todita para ti, porque te la mereces, y porque te echo de menos. Estos días así, me es imposible no acordarme de diferentes momentos, sobretodo en los viajes ¡en casi todos lo que yo he hecho hemos estado juntos! En casi todos, porque esta vez, extrañamente, ni tu ni yo hemos hecho nuestros respectivos viajes juntos. Es, en cierta manera, un tanto triste, pero no sabes lo que me alegra saber que te lo estás pasando en grande, que te está sirviendo de mucho y que esta experiencia, como lo fue para mi, te está siendo la mar de gratificante. 

Pues eso, que te quiero mucho, feliz cumpleaños, diviértete mucho y espero poder hablar pronto contigo 






martes, 12 de febrero de 2013

Nieve, lluvia, sol y nubes, muchas nubes.

Hello people!!

Si, vuelvo a ser yo, se que os debo un montón de entradas, y todo ese rollo y que si no fuese por mi madre seguiríais esperando un poco más. Estando aquí es difícil intentar recordar todo lo vivido allí en Oslo, y es quizás por eso el por qué intento no ponerme a escribir para recordar. Porque si, como dicen muchos que han vuelto de Erasmus, se echa de menos, lo echas en falta, no sabes bien, bien el qué, pero echas de menos todo lo que conllevaba el Erasmus en si.

Y después de mi patatera excusa, aquí vengo con una de las entradas empezadas y no concluidas, la verdad es que es un poco estúpido que la escriba ahora cuando ha pasado tanto tiempo pero lo prometido es deuda, así que allá que vamos. Esta entrada la tenía completamente escrita el día que cogimos el avión dirección a Tromsø, e iba a colgarla en el aeropuerto. Llevaba como unas dos o tres horas peleándome con la pantalla táctil del iTouch que amablemente me ha dejado mi hermano, y cuando le iba a dar a copy + paste (copiar + pegar)... ¡hecatombe! ¡Todo borrado! De la rabia que me entró desperté a Jordi de su sueñecito en el avión, pero ni rastro de todo lo que había escrito. Vamos, que me cabreé con el cacharro y no me volví a poner con la entrada -porque además también se tenía que leer y escribir-, hasta hoy, bueno, la empecé hace semanas y semanas, pero como también tenía la de Tromsø, y poco a poco se me iban apilando las entradas por hacer, pues como que no ha sido hasta este mismo momento, en el que puedo, por decirlo de alguna manera "respirar un poco" que no me he puesto a escribir esa semana que mi hermano y mi madre me visitaron a Oslo.

Es extraño como puedes llegar a echar de menos a alguien y con solo divisarlo por unos instantes al otro lado de la pantalla, que se solucione todo. Pero en ocasiones la necesidad de sentir a alguien conocido de toda la vida cerca, sobretodo cuando todos están recibiendo visitas, es mucho más fuerte. Es por eso, que la llegada de mi madre y mi hermano, fue, para mí, algo con lo que realmente estaba esperando encontrarme.

A unas tres semaas escasas de que empezaran los exámenes en tierras nórdicas, recibí una visita que llevaba tiempo deseando tener por allí. Si bien es cierto que desgraciadamente mis amigos no pudieron presentarse, que o hiciesen ellos dos me alegró mucho. ¿Pero qué suele pasar cuando llevas preparando y esperando algo durante mucho tiempo? No se vosotros, pero a mí me suelen salir las cosas al revés. Es un hecho, y a los hechos me baso. Porque la recogida perfecta en la estación de autobuses que tan bien planeada tenía, acabó en eso, un burdo plan que acabó conmigo corriendo por Oslo en busca de la estación de autobuses donde el flybussen dejaba a los pasajeros que venían desde el aeropuerto de Rygge. Un malentendido con el enano hizo que los pasara a buscar una media hora después de que ellos pisaran suelo osleniano (?). Bueno, pero quitando ese pequeño incidente todo fue muy bien, sobretodo el reencuentro, en el que sin poderlo evitar se me escaparon un par de lagrimillas. Si bien es cierto que ese día fue uno de los más fríos hasta el momento, también lo es que gracias al frío vieron en directo, y a la mañana siguiente, la segunda nevada de la temporada en Oslo ¡os quejaréis! :D Tuvisteis todo el tiempo posible que os podía proporcionar Oslo -que aunque abundó el día gris-, os proporcionó chubascos, nevadas e incluso resquicios de sol. Se puede decir que tuvisteis la suerte de poder disfrutar de todo el tiempo posible que podíais tener en Oslo. Bueno, quizás no de temperatura, pero mira, Oslo es frío y aunque cuando vinisteis hacía frío ¡¡ya os digo yo que no hacía tanto!!

La primera mañana fue extraña, tuvieron que visitar el Centro de Oslo solos porque yo tenía examen de Noruego -mejor no hablemos de esto-, les había nevado, así que hicieron una ruta por los diferentes lugares de interés del centro de la ciudad cuando los dejé delante del Ayuntamiento. Así que según me dijeron, visitaron las zonas más propensas a ser visitadas a pie y tras ver que el frío era demasiado regresaron a mi humilde pisito y cuando llegué, les prearé mi famosa lasaña y nos pusimos a ver una peli.

Holmenkollen, Oslo (fuente propia)
El día siguiente fue totalmente familiar, por suerte, después del jueves tenía algo así como el día libre, así que nos plantamos en el centro de Oslo, compramos los tickets para el bus turístico, y nos enseñaron toda Oslo. La verdad es que se agradeció mucho el hecho de ir a cubierto, porque ir en el autocar nos resguardó de ese frío insoportable que empezaba a reinar en la ciudad. Visitamos todo, absolutamente todo lo que en su día gratis ya visitamos en su día todos nosotros en "el día gratis" -explicado unas entradas antes-, solo que esta vez, pude disfrutar de la famosa pista de salto de Holmenkollen, estaba parcialmente nevada la zona, pero no lo que era la zona de salto. Aunque fue bonito, y tuvimos unas vistas muy chulas desde arriba -aunque no arriba, arriba, porque no nos daba tiempo de subir, estar un rato y bajar para coger el autocar, y pagar 100 coronas por cabeza para estar muy poco ratito arriba no sale a cuenta-. Tras la increíble ruta por Oslo y regreso en barco hacia el centro de la ciudad, los llevé a comer algo al Peppe's Pizza -ese momento en el que tu hermano flipa con la dimensión de una pizza, ESE MOMENTO-. Para después, por la tarde y tras no llegar al Munch -porque al parecer en el horario de otoño/invierno cerraban antes- ¡¡nos fuimos al ICEBAR de OSLO!! ¡¡¡Súper chulo!!! La verdad es que no le lo imaginaba para nada así, pero me encantó. Voy a ser sincera, me imaginaba un edificio de hielo en algún lugar de Oslo, pero no -tonta de mi también,podría haber leído algo, pero no, soy muy vaga, y cuando es para buscar información sobre sitios que voy a visitar me gusta que me sorprendan ·____· ¿rara yo? :D -, el Icebar está dentro de un edificio y tras colocarte una capa térmica al más puro estilo esquimal, te meten en una cámara frigorífica increíble, con todo el interior recubierto con predes de hielo mesas y sillas de hielo y te sirven la bebida ¡en vasos de hielo! Después salimos y nuevamente hacia mi pisito -qué extraño que me resulta ahora decirlo ;____; -, y a dormir por que al día siguiente...
Icebar, Oslo (fuente propia)

¡Drøbak! ¡Si, me volví a plantar en el bonito pueblecito noruego destinado a Santa Claus con mi madre y con mi hermano! ¿Diferencias desde la primera vez? ¡Un montón! Lo primero es que hacía mucho frío y en algunas zonas de las, en ese momento desiertas calles, de ese pueblecito tan entrañable, habían algunas que otras capas de hielo con las que era necesario andarse con cuidado si no queríamos acabar de bruces -o de culo- al suelo. Por suerte me he dado cuenta durante este viaje que parece que después de mi caída hace años esquiando ahora el hielo solo quiere darme sustos y aunque me deja continuamente desestabilizada no me he llegado a caer -a decir verdad, la única vez que me caí fue en Trolltunga, y fue en barro º______º-. Fue  un divertido y corto -todo hay que decirlo, porque el pueblecito es bonito, pero es pequeño y viéndolo bien, bien no tardas más de una hora en visitarlo- recorrido por el pueblo; la casa de los juguetes, correos, vamos, que tras ver eso y la maravillosa vista del fiordo que se ve desde el pequeño puerto nos volvimos y, esta vez si, fuimos al Munch Museet

Si bien es cierto que ya era la tercera vez que iba, tengo que decir también que con motivo de la nueva exposición, no se me hizo pesado -tampoco las dos anteriores, solo que siempre es mejor ver algo nuevo que no repetir algo-, aunque si debo de admitir que preferí la anterior exposición de pinturas más que la nueva. Pero claro está, que a gustos colores. Tras el recorrido del Munch, volvimos a casa y cenamos para luego ver un par de pelis, porque al día siguiente se tenía que madrugar para recoger las cosas y dejarlo todo preparado para acompañarlos a la estación de autobuses.

¿Sabéis qué? Creo que hasta que no ves la universidad por primera vez no te crees lo que ves en las fotos cuando las miras. Me pasó a mi, y les pasó a mi madre y a mi hermano cuando la última mañana de su pequeño viaje a Oslo les llevé a visitar la universidad. Incrédulos ellos que tras repetirles una y mil veces lo ya irrepetible no se creían que la universidad pareciera un centro comercial -aunque a decir verdad, y como dato extra, la universidad está dentro de un recinto que en su día estaba destinado a ser centro comercial-, quizás lo que más llame la atención sea la escalera mecánica en mitad de las cuatro zonas, o toda la infraestructura en general. Es tan moderna que la universidad de aquí parece verdaderamente algo del año de la piedra. Les gustó y la verdad es que, como todos los familiares hicieron en su día -si, se ve que los papás Erasmus tienen eso en común-, hicieron fotos a todo lo que pillaron mientras yo deseaba hacerme pequeñita, pequeñita, para que no se me viera, porque la verdad era que era un tanto extraño -aunque ahora me alegro de tener esas fotos, son divertidas, y para qué negarlo, me encantan-. 

Puedo decir que la despedida no fue amarga, fue triste, si, porque cuatro días en familia, pues hacen mucho, y quieras o no, después de vivir tanto y de estar esperando ese momento, que se vayan, así, tan de golpe, pues no es que se diga que sea alegre. Aunque me quedaba en Oslo, con las pilas renovadas, a las puertas de un viaje increíble en busca de las auroras boreales. A ellos los vería prontito, y era hora de acabar de disfrutar de las semanas que me quedaban en las tierras del norte.

Y bien, hasta aquí la aventura familiar por la preciosa ciudad de Oslo, dentro de nada, espero deleitaros con las aventuras de los Erasmus y la búsqueda -infructuosa- de las auroras boreales.

¡Nos leemos!
Roser

sábado, 8 de diciembre de 2012

El almanaque no miente, hoy es 8 de Diciembre.

Llevo un buen rato dándole vueltas al asunto, y antes que empezar con la felicitación, avisar del por qué que este blog esté actualmente lleno de polvo por no usarse. Lo primero es decir que tengo empezadas tres entradas distintas, pero que por las semanas que corren, de exámenes y entregas de trabajos, no me ha sido posible centrarme en ninguna, y espero, que a partir del fin de semana que viene, pueda obsequiaros con esas tres entradas, las dividiré en tres porque hay muchas cosas que explicar y que merecen ser tratadas una por una. Pero por ahora, a lo importante;

¡¡FELICIDADES CHURRO!!

Y ahora es cuando todo el mundo piensa ¿qué hace esta felicitando a un churro? ¡Es que no estoy felicitando a un churro de esos de churrería! No, no, no, no es que se me haya ido ya la poca cordura con la que me vine. No. Churro es como suelo llamar a cierta chica que no para quieta y que con su cantidad de actividades le hace la competencia a cualquiera -bueno, quizás a Alejandro no, pero va por el camino-. La Dora la Exploradora del grupo, la aprendiz de las enseñanzas del maestro, esa que siempre tiene ideas y que se queda a las puertas de arrastrarnos a ver a los animalitos en el zoo incluso teniendo un 2x1 o vales descuento. Esa chica de la sonrisa permanente, de las alegrías continuas y de los consejos de oro. Elena, muchas felicidades.

¿Qué decir en este día tan bonito y especial? Pues que me encantaría estar allí contigo, darte un fuerte abrazo, de esos que son tan y tan fuertes que parece que te vaya a espachurrar y que te salgan los ojos de las cuencas como en los juguetes esos tan graciosos que venden en los chinos. Pero ya me quedan dos semanas y poquito para poderte dar ese abrazo personalmente. Porque por mucho que he intentado hacerte algo chulo, por más vídeos que he grabado, lo único que ha salido decente no se dónde ha acabado y no se ni si lo he borrado T______T. Sigo siendo un caso por muchos kilómetros que nos separen v___v"

La cuestión es, al fin y al cabo, que espero que disfrutes de tu día a lo grande, con todos los que te quieres apoyándote e intentando disfrutar y exprimir cada segundo al máximo. Que se que preferías un noruego como regalo, pero la verdad es que si ni he encontrado al mío como para encontrarte uno a ti ¡demasiado libro y poco rubio! T3T

Te quiero mucho, mucho. Feliz cumpleaños 


miércoles, 17 de octubre de 2012

Felicitats friskie ♥

¿Por qué tenía ganas ya de acabar con la dichosa entrada anterior? ¿Por qué? Porque sencillamente, hoy, 18 de Octubre es tu cumpleaños. ¡¡Hoy nuestra friskie Mariona cumple sus 21 añazos!! 

Se me hace muy, muy, muy extraño estarte escribiendo algo en castellano, sobretodo teniendo en cuenta de que con Jordi y contigo creo que ha sido la temporada más larga en la que he estado hablando catalán -¿español, inglés, noruego? La verdad es que los popurris que nos montamos están guapos, ehhhh-. Pero ya sabes que este blog no solo lo leen catalanes, así que, como quiero que se enteren de lo genial que eres, lo seguiré escribiendo en castellano.

Mariona, Mariona, Mariona... la friskie de las botellas y la chica que va cual supermodelo con el carrito por el súper. Si, la verdad es que si ya fue casualidad que nos conociéramos el primer día, que nos metieran en el mismo grupo, y que ahora no paramos de hacer cosas todos juntos. No voy a negar en ningún momento que me encanta. Eres una chica increíble, graciosa y divertida. Y nunca antes había encontrado a alguien que, como yo, también le diera vueltas a las cosas tantas veces y se preocupara tanto por las cosas. A mi me suelen llamar exagerada, pero veo que al parecer aquí nos estamos ayudando poco a poco a superar eso ¿por qué quién es la que me soporta cuando tengo días de bajón, la que flipa con mis historias raras, la que me recupera el anorak como un mono en mitad de las escaleras del diablo? 

Si bien es cierto de que ya estaba contentísima por tener a Jordi conmigo en este viaje, experiencia, vivéncia, tan importante, haberte encontrado a ti por aquí ha sido sin duda alguna, fascinante y un paso increíble para no caer en la locura (?). En ocasiones te comportas como una hermana mayor pese a ser más pequeña, nos montamos nuestras cenas catalanas o con lo que pillemos mirando capítulos de How I Meet Your Mother, escuchamos canciones de cualquier cosa y mientras tu me enseñas tu repetrorio de música y yo me agencio algunas canciones, tu haces lo propio con las mías...

Pues eso, que aunque peque de cansina, de tontísima la gran mayoría de veces, aunque te ponga de los nervios cada vez que me trabo y no me da por seguir hablando porque pienso que estoy haciendo la idiota como la que más, aunque esta entrada esté un poco sosa y no sea nada sorprendente, lo único que quiero decirte es que:


Today is your day. Today is Mariona's day!! 
HAPPY BIRTHDAY FRISKIE!!


¡Un frío saludo! Con amor, yo.

Hallo!! Hvordan har du det?

¡Por fin me armo de valor para escribiros algo! Los ánimos de escribir, o más bien la inspiración para hacerlo habían volado ¿y por qué ahora? ¡sencillo! ¿sabéis dónde estoy? ¿lo intuís? ¡Si en una biblioteca súper chula! Esta universidad es una pasada, más allá de parecerse a un centro comercial dispone de comodidades e instalaciones increíbles. Decidle adiós a esas sillas de madera que te dejan la espalda medio muerta cuando te levantas. Estas sillas parecen estar destinadas a que te pongas a dormir -qué no, imposible, ¡menuda vergüenza!-, y la verdad es que da gusto estar aquí sentada leyendo los artículos para la clase de mañana -bueno, ahora, lo que se dice ahora no, estoy en una especie de break autoimpuesto para no quedarme medio lela en el intento de ser responsable-. Espera, qué pasaba algo por alto... ¿qué tal los inicios de clase, chicos? ¡JÁ! Ya ha llegado vuestra hora, ya sufrís ese martirio llamado despertador y ese run-run de "¡no, por favor cinco minutitos más!". Pues bien... os fastidiáis. Ale. Ya lo he dicho ¡a trabajar gandules!

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¿Veis esas finas rallitas que separan el primer párrafo de lo que ahora os voy a redactar? Si, puede decirse que fue un parón de un par de semanas entre que empecé a escribir en las confortables sillas de la biblioteca de la universidad, a hacerlo ahora, en la soledad de mi habitación y con los pies congelados de frío. Que si, que se que me puedo poner el radiador a una temperatura mas alta, pero prefiero llevar puesta la sudadera de mi hermano como "bata casera", a después congelarme en pleno invierno porque necesite más calorcito entre estas cuatro paredes.

Más de un mes sin escribir, más de un mes que ya me está tocando un poquito las narices porque se me están acumulando las cosas que contaros y eso no me gusta. La intención era llevar esto al día ¿y estáis viendo el desastroso resultado? Así que pasaré de largo la explicación de las clases en la universidad y las clases de noruego pasaré a contaros las cosas más interesantes que han pasado durante este mes largo. Creo que o iré pechando, así ni me pierdo yo al escribirlo, ni os perdéis vosotros -idea proporcionada por mi querido hermano, ya harto de ver que no subía nada a blog y que las cosas a explicar se iban acumulando-.

Panfleto de actividades en Oslo
14 de Septiembre

Viernes, y la única pringada del grupillo que tiene clase los viernes ¿quién es? ¡Acertasteis! ¡Yo! Pero bueno, una clase por la mañana no me iba a desanimar ¿no? ¡¡y menos con lo que Mikki nos había preparado esa tarde a Mariona a Anne y a mi!! Al acabar las clases me fui hacia casa, comí algo y después, a las cuatro, como siempre, quedada en Ullevaal Stadion. ¿Qué qué íbamos a hacer? ¡Sencillo! ¿Qué palabra es la que suele guiar al mundo? ¿Qué palabra es aquella que estando fuera de casa parece que la percibes a un volumen superior al de las otras palabras aunque te la susurren debajo del agua? ¡¡GRATIS!! y es que, señoras y señores, por mucho que diga la gente, esta palabra es internacional. Es escuchar gratis y que un extenso número de exchange students acudan en masa a arrasar con todo aquello que se encuentren a su paso. Llegado ese momento, no hay raciocinio existente en las cabezas de esta especie a la que me siento tan allegada en estos meses.

Pues eso, que ese viernes "Oslo era la ciudad del gratis" -si, me lo acabo de inventar, pero oye, tan mal no queda-. Nos ofrecían un montón de actividades culturales para hacer por la ciudad sin gastarnos absolutamente nada, y Mikki lo había organizado de tal forma que nos dio tiempo a ver un montón de cosas que dudaba mucho que hubiese podido ver si no lo hubiesemos hecho ese viernes -y gratis, gratis del todo-.

La primera parada fue a la biblioteca de la Universidad de Oslo, dónde ofrecían café y galletas gratis, así que nos fuimos a merendar por la cara pero sin que resultase extraño porque simplemente todo el mundo que había entrado allí lo había hecho por lo mismo. Llegamos a tiempo para tomarnos un café... pero de las galletas ni rastro ò.ó Aunque mirad, algo es algo, y la verdad es que el sitio en si era muy bonito, agradable, y lleno de cuadros de cerditos con trajes raros. Me recordaba a las típicas cafeterías universitarias que pintan en las películas "americanas americanas" que siempre están llenas de intelectuales con un pequeño atrio delante en el que empiezan a leer fragmentos de libros de poesía. Si, era bastante agradable sentarse en esos sillones mientras te tomabas uno de esos cafés aguados que intentabas compensar con leche.

Stortinget, Oslo. Foto: Mikki
La segunda parada fue... ¡¡Munch Museet!! Si, otra vez, y no me importó en absoluto, la entrada era gratis (y además me llevé una funda del iTouch by the face -¡qué me la regalaron, no penséis mal! ¬¬-) y dentro del mismo museo estaban proyectando las películas de Scream -eso me hizo muchísima gracia, tiene gancho eso de atraer a la gente a ver a munch con esa película, siendo "el Grito" uno de los cuadros más visitados de la expsición-. Munch gratis ¡y con visita guiada! Es mucho más entretenido que te expliquen levemente de que va a historia que no ir mirando los cuadros por tu cuenta, o al menos, eso es lo que siempre me ha parecido a mi. Después de salir del museo, nos dirigimos hacia el Centro de la Ciudad, dónde visitamos Stortinget, el Parlamento de Noruega. La verdad es que fue gracioso, sobretodo comprovar que el lujo y la opulencia que se quiere demostrar siempre en los parlamentos es igual tanto si estás en Noruega como si estás en la misma Cataluña. Si, porque en si Storinget me recordó muchísimo al Parlament. No fue muy impactante, pero si que es una parada obligatoria que tienes que hacer si visitas Oslo, aunque sea visitarlo por encima o desde fuera.

Vistas desde Rådhuset. Foto: Mikki
Después, nuestra segunda parada fue "Rådhuset", dónde nos dejaron subir a la torre y hacer unas maravillosas fotos de toda la ciudad de Oslo por la noche. ¡¡Son unas vistas preciosas de toda la capital de Noruega!! ¡Y más de noche! Tuvimos una suerte increible que ese día abrieran la torre para que se pudiera subir a ver todo, porque en los días normales no está permitido subir ahí arriba. Fué increíble. Al bajar incluso nos dieron un diploma conforme habíamos subido unos 326 escalones... si, en ese momento no pude más que reírme antes eso ¿326 escalones? ¡¡Sube y baja las escaleras del infierno de Trolltunga y luego me cuentas hermosa!! Pero bueno, menos es nada.

Finalizada nuestra visita a ese magnífico edificio, nos pasamos por la Casa del Premio Nobel de la Paz dónde vimos una pequeña exposición de todos los premios nobel ya concedidos y exposiciones también más extensas, aunque tuvimos que salir corriendo... porque perdíamos el barco. ¡¡Siiiii!! Un barco súper chulo de nombre HELENA, que nos llevó desde el puerto de Oslo bordeando la costa hasta el otro lado cerca de la Opera. Fue preciosísimo, todo súper marinero, con frío, si, pero gratis y con unas vistas impresionantes de una noche estrellada y la ciudad iluminada de fondo. Bajamos y nos fuimos a la Operahuset de Oslo. La visitamos por dentro y... chan-chan-chááán ¡cogimos descuentos para un ballet de Nacho Duato! -pero eso es chicha que contar más adelante-. Por 100 kr.- nos agenciamos al día siguiente de entradas para ver el ballet.

Finalizando la noche, corriendo por las calles de Oslo para intentar ver los fuegos artificiales, aunque gracias a mi nefasto fondo al final los pobres se tuvieron que conformar con verlos medio cortados por un muro v___v". Una cena rápida en el café de la esquina y para casa.

Creo que en mi vida le había sacado tanto provecho a 24 horas de un día. Vimos de todo, nos pateamos Oslo entero y vimos cosas que no siempre se pueden ver en la Ciudad. ¿Lo mejor de todo? GRATIS. Quizá lo único negativo fue el hecho de que Jordi no pudo estar con nosotros. Fue una pena no poder pasar esas horas a tu lado, pero la verdad es que era como si estuvieses con nosotros pateándote las calles de Oslo.


29 de Septiembre

Fårikål, vía: wikipedia
¿Qué es de Oslo sin su Opera House?  ¿Quién no relaciona esta magnífica ciudad con ese monumento arquitectónico y tan bonito a primera vista? ¡¡Pues sería un desperdicio no visitarla, ¿no creéis?!! Pero ya que la visitamos, ¡nosotros la visitamos a lo grande! Más que estar conformes con nuestra visita durante el apodado "día gratis" -¡queremos más de esos, nos encanta lo gratis, el gratis es la palabra que mueve el mundo!-, nosotros queríamos decir: "Si, hemos estado en Operahuset, la casa de la opera y el ballet en Oslo, pero hemos estado como unos señores". Porque si, el pasado día 29 de Septiembre, los Friskies -Mariona, Jordi y seridora-, acompañados de nuestros queridos Mikki y Anne, nos fuimos a presenciar... *chan-chan-chán* ¡¡El Ballet de Nacho Duato en directo a la Operahuset de Oslo!! ¡¡A lo grande, claro qué si!! Jordi se quedó sin partido del Barça... y me acuerdo de esa mirada en la media parte del ballet de "he venido a ver un ballet en vez de estar viendo el Barça, això es gravissim!". Aunque después no se pudo quejar en absoluto, porque nos fuimos al centro y cenamos gratis en una especie de Récord mundial que querían hacer de un detergente para lavar los platos "Yes", es lo que endría siendo aquí el Fairy, solo que en vez de hacer una paella gigante para demostrar cuantos platos se pueden limpiar con una botella, aquí servían una comida típica muy rica llamada fårikål *¿sabías qué...?: "cordero con repollo", es un plato que se prepara tradicionalmente en Noruega a principios de otoño, y aunque originalmente es un plato de la parte occidental de Noruega, se ha extendido por todo el país.*

Ver el ballet fue increíble, con música de Bach y unos muy buenos bailarines, que después fuésemos a cenar de gratis y nos lleváramos una botella de Yes a casa por la cara ya es otra historia. Por el momento os dejo un fragmento de la obra que vimos "Multiplicity. Forms of Silence and Emptiness" de Nacho Duato.


11 de Octubre

¿Qué hacen tres catalanes y un italiano en casa del embajador de España? Cenar de gratis. Creo que gratis es la palabra del día, de la semana, del mes, y de la temporada que llevamos por aquí. Pero lo más seguro es que eso os interese poco y lo que os haya picado la curiosidad haya sido eso de "¡¿En casa de quién?!". Pues si queridos lectores, Los friskies y Mikki, gracias a Jordi y a Mariona -ya que son muy espabilados ellos y con un don de gentes apabullante-, nos encontramos en la víspera de la Fiesta nacional de España, en casa del embajador español aquí en Noruega. 

Yo iba con un miedo encima increíble, sobretodo después de que la invitación les fuera entregada porque una señora muy maja les soltó en mitad de la embajada "¿Qué no tenéis invitación? ¡Eso no puede ser! ¡Chica, dale un par de invitaciones a estos chiquillos!". Pues si, llamadme rara o extraña, pero eso de ir a la casa de alguien así por la cara como que no es santo de mi devoción, es más me siento bastante incómoda, sobretodo con Jordi soltando esos "Pues yo hablaré en catalán" y yo pensando que de ese sitio en el que había unos cuantos militares no saldrías viva ni loca.

Pero la verdad es que la velada estuvo la mar de bien, vino, paella, tortilla de patatas, gazpacho... un gran repertorio de comida y españoles my agradable con los que nos tiramos hablando un buen rato. Descubrimos más cosas sobre Noruega, como por ejemplo que un niño de lo que sería nuestra primaria, nunca conoce sus notas, ni él ni los padres, solo lo sabe la profesora que los tiene desde pequeños, van pasando de curso y no es hasta que se llega a la secundaria que no empiezan a ver sus calificaciones. Personalmente eso es un buen punto, no se crean grupillos ni se encasilla a la gente desde que sen pequeños y además la carencia de deberes escolares para hacer y que los niños no sean calificados con exámenes les ayuda a no estar continuamente estresados cansados y que no sea algo normal eso del fracaso escolar. Es mi humilde opinión, que quede claro.

Cuando nos íbamos a ir... pues hablamos con el embajador y su mujer. Nos animaron a optar por Noruega como posible destino a la hora de acceder al mundo del empleo. Son unas personas encantadoras ¿y a qué no sabéis qué? del Barça, cosa que dio baza a nuestro querido friskie Jordi a seguir con el tema hasta que ya no pudo más, porque el tiempo apremiaba y Mariona tenía visita ese fin de semana aquí en Oslo.


Repito nuevamente que siento muchísimo mi falta de constancia con el blog, la verdad es que hay días que empiezo a escribir pero por Xs o por Ys al final me quedo a medias y después mi lista de cosas a hacer se agranda. Además la inspiración a la hora de escribir no es constante, y muchas veces se escabulle y cuesta de que vuelva y que regrese con buen pie.

Pues eso, que os echo mucho de menos, que el frío aquí ya se nota y que dentro de nada tengo por aquí a mi hermano y a mi madre  ¡qué ganas de daros un fuerte abrazo a los dos!


Nos leemos,
Roser

lunes, 8 de octubre de 2012

Sigo igual de moñas pese al frío, que lo sepas.

Merezco que me queméis en la hoguera por mala malísima, por irresponsable y por no haber mantenido esa promesa que os hice de subir una publicación muy seguido. Pero tengo la imaginación por los suelos y pese a que tengo mitad de la entrada hecha, no será hoy que os la suba. Quizá, y digo quizá porque yo ya no se si esta vez lo subiré o como a otra vez lo pospondré -¡qué espero y deseo que no, por favor, que me siento fatal!-, quizá lo suba esta semana a más tardar.

Pero hoy es una entrada especial. Una entrada para ese chico que me tacha de ñoñas-moñas, y todos los apelativos cursis que puede echarme en cara -aunque no en un grado tan exagerado como lo puede ser Elena jijijiji ¡es broma churrete!-, ese que aunque lo niegue me echa a faltar por las mañanas en el L14 con mis monólogos a primera hora de la mañana, esos que le provocan unas ganas irrefrenables de meterme un calcetín en la boca para que me calle. Ese que simplemente bufa asqueado porque le vuelvo a contar por millonésima vez alguna cosa intrascendente y ese de los chicles, las chuches y la calculadora siempre en la mano. Tú Víctor, porque aunque no lo creas y te estés cagando en mi por seguir con la ñoñería pese a estar a 3-10ºC, me sabe fatal -como me supo el día del cumpleaños de Uri-, no estar allí, no poderte dar uno de mis abrazos y que te quejes y me apartes suspirando y negando con esa sonrisa de "bueeeeeeeno, por hoy vaaaale".

A ti Víctor, desearte un muy feliz cumpleaños, y aunque tarde, mejor eso que nunca ¡o que pienses que me había olvidado! ¡No, por Dios! ¡Que tengo mi precioso calendario que me recuerda día a día los cumpleaños más bonitos del mundo mundáh! :D Felicidades, muchas felicidades Víctor :)

Te dejo con la canción que la profe chachi del norskkurs -ahora tenemos una que... mejor no hablemos- nos dijo que utilizaban para felicitar los cumples :D


¡No leemos!
Roser